DIVISIÓN ES DESCONEXIÓN
«Hasta el compañero más fiel busca en la soledad no compartida, un lugar seguro donde estar consigo mismo.» Nueva Delhi 2014.
El Ser humano ha perdido la esencia como individuo y el corazón con su singularidad.
Solo dicha individualidad nos daría la posibilidad de construir y de sumar en nuestras relaciones y en conjunto a ellas, ya que la igualdad no suma, solo divide.
Individuo se refiere a indivisible, es decir, no puedes Ser dos o más, eso es incoherencia. No eres los otros, no eres igual que nadie, eres único e incomparable, no eres igual de mediocre, ni eres igual de sobresaliente que otro. Por lo que no es necesario demostrárselo a nadie, simplemente tienes que Serlo. La pérdida de esa conciencia única e individual, nos transforma en “malas” copias, falsas copias de otros.
Dicha incoherencia conlleva la desconexión con nuestra biología y nuestra relación con las otras. Si no somos capaces de identificar quienes somos, no lo haremos de forma sana con nuestro entorno, ni con los otros reinos de la naturaleza, mineral, vegetal, animal y etérica. Ni con las fuerzas energéticas y elementos que las animan. Y como lo que es adentro es afuera, tampoco habrá conexión con nuestros propios procesos biológicos, elementos y reinos. Y esa desconexión es la base de la falta de salud del ser humano.
Las sabias y ancestrales medicinas hablan de una relación entre el corazón biológico y el Yo individual.
Es él que nos permite una voluntad individual y es el encargado de dar lo necesario a cambio de recibir lo suficiente, tanto real como metafóricamente hablando.
El corazón palpita para uno mismo, el reloj marca tus horas y lo hace en tu propia soledad. De ti depende con quien corpartir su ritmo hasta que deje de hacerlo.
Un corazón sano sabe medir cuáles son sus verdaderas necesidades y sabe negociarlas. Nadie da algo a cambio de nada. Se da por amor, miedo, culpa, deuda, porque tienes, porque sabes, porque puedes, porque debes y porque no, por victima, por verdugo, por salvador, por espiritual, porque te enseñaron, porque lo aprendiste, porque te obligaron, por esperar o por adelantado, por valor o por falta de él…
¿Cuánto vale lo que das y cuánto vale a quien se lo das?
Un corazón generoso no puede dar a los demas órganos mas «sangre» que la que tiene, acabaría vacío. Por eso debe de ser consciente cuanto esfuerzo requiere hacer lo que otros quieren, necesitan, desean o exigen. El que no sabe decir no, vera su voluntad socavada, sin ella se irán las ganas de vivir y la capacidad de compartir con los demás, de apoyar y sentirte apoyado.
Siempre va a haber quien quiera aprovecharse de las circustáncias solo en beneficio propio, quien solo quiera recibir. Es ahí donde se requiere de valor para mirar por uno mismo.
Tenemos también a los que reciben tanto que acaban explotando de llenos. Y son a la gente de «buena» voluntad, aunque mas bien son de «poca» voluntad, a quienes, aquellos que no tienen corazón y utilizan la miseria en su beneficio, los que te señalan que eres el culpable de los males y pobreza que aquejan al mundo. Los que te venden que dar es señal de buen corazón, de buena persona, de solidario. Hasta que les des tanto que no te quedará ni gota.
Insuficiencia cardiaca, arritmia, bradi, taqui, hiper, hipo, -itis… pum pum, pum pum, pum pum… buff… para un poco, dale un respiro a tu corazón.