Todos tenemos algo que nos hace únicos y caracteriza, más esa diferencia no nos separa, nos complementa con los demás.

En esa relación con uno mismo y el entorno, en ese espacio donde la vida danza, y cada situación ocupa su lugar, es donde la salud puede perder su equilibrio.

Es entonces donde el funcionamiento  de los sistemas, el poder autoreparador y la fluidez energética, pierden su efectividad.

Sanar es recuperar la conciencia sagrada con la naturaleza, con la vida y su conexión con lo que nos «Anima».

Billones de células, que como una gran hermandad de trabajadoras, con funciones específicas, se unen creando órganos, vísceras y sistemas, con un propósito y objetivo común:

Dar VIDA a nuestro cuerpo.

Con el cual podremos tener ideas para realizar nuestros propósitos y sueños y emocionarnos ante ellos, en un mundo que ocupa un lugar en el espacio y que vibra, tiene frecuencias y oscilaciones y que está determinado por el tiempo.

La manera en cómo vivimos esas emociones y experiencias, repercutirá directamente en nuestro estado físico y determinará el movimiento-impulso en nuestro mundo interno: El CUERPO.

¿Qué es lo que nos mueve a la vida? ¿Qué es lo que la paraliza?

Mi trabajo tiene como único objetivo contribuir a crear una cultura de salud, no de combatir la enfermedad. De tomar conciencia de como nuestras creencias y hábitos influyen en nuestra biología y que nuestras emociones esculpen nuestros cuerpos.

…lo que llamamos enfermedad son simplemente efectos a nivel físico, no son las causas.

Tratar los efectos es como luchar con el humo para apagar el fuego.